
¿Tienen relación “Resiliencia” y “Desarrollo del Talento”?
Hace poco más de dos años, tuve la gran oportunidad de asistir a un interesante evento sobre educación y talento, donde uno de los ponentes participantes fue el filósofo, escritor y pedagogo español, José Antonio Marina. Durante el tiempo que duraba su discurso, los oyentes teníamos la oportunidad de escribirle una pregunta que él contestaría al final del mismo.
Tenía rondando en mi cabeza desde hacía algún tiempo una cuestión relacionada con esta temática y, por supuesto, no dudé en aprovechar esa ocasión y la escribí… y tuve la suerte de que fue una de las que contestó. La pregunta era la siguiente: ¿Influye en el desarrollo del Talento la capacidad de una persona para superar situaciones traumáticas?
De forma resumida, la respuesta de J.A.M. fue la siguiente “las personas resilientes, poseen ciertas cualidades, como la persistencia o la flexibilidad, las cuales favorecen el desarrollo del talento”.
Vamos a desglosar, si os parece, ambos términos e indagar un poco más en el significado de cada uno de ellos:
¿Qué es la RESILIENCIA?
Resiliencia es una palabra que deriva del verbo en latín resilio, que significa «saltar hacia atrás, rebotar».
El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik divulgó este concepto que extrajo de los escritos de John Bowlby. Se trata de un término que proviene de la física y que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ello, cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por estos.
El término resiliencia se ha utilizado de formas diversas. Entre los psicólogos, Emmy Werner ya en 1995, se refiere a tres usos generales del término resiliencia: buen desarrollo a pesar del alto riesgo social, mantención de las competencias pese al estrés continuo, y recuperación después de un trauma.
Michael Rutter, entre 1999 y 2000, define resiliencia como la resistencia relativa al riesgo psicosocial, sin necesariamente esperar un resultado positivo, sino más bien enfocado en la forma o proceso en que la persona enfrenta el riesgo.
Entre el año 2000 y 2006, Suniya Luthar habla de la resiliencia como una adaptación positiva pese a la adversidad, enfatizando los dos elementos que la constituyen: la adversidad significativa y la adaptación positiva, lo cual lleva a la conclusión de que la resiliencia sólo se mide indirectamente a través de estos elementos.
¿Qué es el TALENTO?
La palabra talento proviene del latín talentum, y significa “plato de la balanza o peso”.
Pero si queremos saber algo más sobre el talento como aptitud, éste se define como la capacidad para desempeñar o ejercer una actividad. Se vincula con la inteligencia y suele estar asociado a la habilidad innata y a la creación (talento intrínseco), aunque también puede desarrollarse con la práctica y el entrenamiento (talento aprendido).
Por lo tanto, el talento se puede considerar como un potencial. Lo es en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes que pueden llegar a desarrollarse en función de diversas variables que se pueda encontrar en su desempeño.
¿Tienen entonces ambos conceptos rasgos comunes?
Veamos pues algunas de las características de las personas resilientes:
- Saben manejar sus emociones,
- Confían en sí mismas,
- Son empáticas,
- Capaces de automotivarse,
- No se preguntan el porqué, sino el cómo.
Y en cuanto a las personas con talento, estas serían algunas de sus cualidades:
- Saben lo que quieren,
- Son proactivas,
- Son disciplinadas,
- Tienen paciencia,
- Tiene una actitud de mejora continua.
Actitud, decisión, persistencia, adaptabilidad, responsabilidad, son algunos de los rasgos comunes… buena mezcla, ¿no crees?
En definitiva, en mi opinión, gracias a la resiliencia somos capaces de plantearnos ante muchas de las situaciones del día a día la posibilidad de hacer las cosas de forma diferente, un plus competencial que nos ofrece nuevas posibilidades en el desempeño de nuestras tareas y, probablemente, en los resultados obtenidos. Por ende, nos ayudará a adaptarnos al continuo cambio, así como a desarrollar y aprovechar nuestros talentos de la mejor manera posible.
¡Gracias por regalarme un trocito de tu tiempo!