
Mi equipo no funciona… ¿Qué puede estar pasando?
En muchas ocasiones, el trabajo en equipo se ha descrito como la mejor forma de alcanzar un objetivo. Esto es debido a que el equipo suele estar formado por un conjunto de personas que se complementan entre sí, y que a través de la cooperación y del establecimiento de una meta común, logran una mayor productividad, lo que incide de forma directa sobre los resultados.
Entonces, si todos sus miembros están comprometidos, son responsables y perseverantes en la consecución de un mismo objetivo, ¿qué razones pueden existir para que a veces un equipo de trabajo no marche correctamente?
Bien, es cierto que trabajar en equipo tiene grandes ventajas, pero hay ocasiones en las que esta opción no funciona, y aunque son muchos sus beneficios, no se trata de “la panacea”. A continuación, os muestro algunos de los motivos que pueden estar ocasionando esta situación:
- No existe compromiso con el equipo o con su misión. Si formamos parte de un equipo es porque estamos cómodos dentro del mismo o porque nos sentimos identificados con la misión. Sin embargo, hay ocasiones en las que ambas cuestiones no nos importan, en este caso trabajar en equipo no tiene ningún sentido.
- Sentimos inseguridad y nos asociamos. A veces, nuestro miedo a no ser capaces de afrontar la dificultad por nuestra cuenta, nos lleva a creer que si lo hacemos de forma conjunta, esto se solucionará. De hecho, por esta situación suelen pasar muchas personas emprendedores, las cuales al no estar del todo seguras ante esta nueva etapa, se asocian sin pensarlo detenidamente con personas con las que tienen poco futuro, pero que en esos momentos iniciales de tensión e incertidumbre suponen un gran apoyo.
- Están presentes comportamientos tóxicos. Como por ejemplo, culpar a otras personas, manifestar indiferencia, estar siempre a la d
efensiva o hacerse la víctima, ya que se trata de comportamientos muy nocivos para cualquier equipo, que pueden llegar a desgastarlo y a crear un mal ambiente de trabajo.
- Se trata de un proyecto que podríamos hacer nosotros solos. Trabajar en equipo tiene sentido siempre que nos propongamos conseguir retos muy superiores a lo que podemos hacer por nosotros mismos. Si es algo que puedo hacer de manera individual, he de tenerlo en cuenta, porque es cierto que realizar un proyecto en equipo conlleva mucho más tiempo, un factor muy relevante hoy día.
- La comunicación en el equipo es ineficaz. La falta de destreza en el manejo de las habilidades de comunicación puede llevarnos a una comunicación poco efectiva, trabajar aspectos como la escucha activa, el feedback y la empatía, es algo que no puede faltar y además uno de los pilares básicos si quieres que tu equipo sea de alto rendimiento.
- Existen egos demasiado grandes. Si lo tuyo no es compartir los éxitos, el equipo no es la mejor opción, ya que los egos individuales se llevan muy mal con el correcto desarrollo del mismo, aquí la actitud colaboradora es fundamental.
Estos son solo algunos de los motivos que pueden estar ocasionando un mal funcionamiento, desarrollo o estancamiento dentro de un equipo de trabajo. Por ello, me gustaría invitarte a través de unas preguntas, a que analizaras a tu equipo, echando un vistazo a qué está sucediendo dentro del mismo y a que detectaras qué factores internos están haciendo que no sea un equipo extraordinario:
¿Cómo se toman las decisiones en tu equipo?
¿Qué clima existe dentro del mismo?
¿Cómo se afrontan los conflictos?
¿Qué tendría que cambiar para que algo mejorara?
¿Te gustaría saber cuáles son tus puntos fuertes dentro de un equipo? Entonces no puedes perderte el siguiente post, en el mes de octubre, donde hablaré sobre los Roles de Equipo 🙂
Muchas gracias por leerme.
“Son tres las cosas que le diría a un equipo para ayudarlo a mantenerse unido:
Cuando algo resulta mal: yo lo hice.
Cuando algo resulta más o menos bien: nosotros lo hicimos.
Cuando algo resulta realmente bien: ustedes lo hicieron”.
Paul Bear Bryant