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¿Jugar en la empresa?

¿Jugar en la empresa? ¡Qué me estás contando!

¿Jugar en la empresa? ¡Vaya pérdida de tiempo! ¡Qué tontería! A trabajar, ¡vamos!

Por suerte este tipo de comentarios cada vez se escuchan menos. Aunque todavía hay cierta reticencia a relacionar estos dos conceptos (Juego + Empresa) ya que parece, de primera, que uno es antagonista del otro.

Sin embargo, la ludificación tiene muchos beneficios tanto para los empleados como para la propia compañía, y esto seguro que te interesa. Además el juego ha llegado para quedarse un tiempito en diferentes áreas de nuestra vida, y por supuesto la profesional será una de ellas, puesto que puede ser un recurso con el que dinamizar equipos y mejorar la cultura organizacional.

Empezamos definiendo, cuando mencionamos el juego en este contexto, ¿a qué nos referimos exactamente? El término gamificación o ludificación es bastante reciente y generalmente se ha utilizado más en el ámbito del marketing, para crear incentivos y optimizar la relación con los clientes a través del juego, pero actualmente es una técnica que también se aplica en la gestión de recursos humanos y en otros ámbitos internos de la empresa. Consiste en emplear herramientas derivadas de los juegos en el contexto profesional, con el objetivo de aumentar la motivación, la productividad, favorecer la comunicación y el trabajo en equipo.

Parece buena idea, ¿verdad? En definitiva, parar un poco para luego ir más rápido 😉

Pero se suele pensar que en el trabajo se debería estar todo el tiempo trabajando sin descanso (salvos los ya establecidos) y que es inadecuado, por lo tanto, distraerse un rato. ¿Y si esto puede ayudar a fomentar la creatividad y la innovación en los equipos de trabajo?

Pues la evidencia científica, respalda este argumento. Jung-Beeman, neurocientífico de la Universidad de Northwestern, estudió durante más de 15 años el cerebro humano para averiguar lo que sucedía cuando se tiene que encontrar una solución a un problema y descubrió que solemos resolverlos mejor si nos distraemos y estamos de buen humor, dos aspectos en los que influye de manera positiva el juego (Jung-Beeman et al. (2004): “Neural activity when people solve verbal problems with insight”. Plos Biology 2(4), 500-510.).

Aunque estos no son los únicos beneficios del juego en el trabajo, veamos 3 más que también nos resultan muy interesantes:

  • Libera el estrés y aumenta la productividad, porque nos permite evadirnos un rato, retomar fuerzas y comenzar de nuevo nuestras tareas.
  • Promueve el espíritu de equipo: ayuda a conocer a las personas en un ambiente diferente y distendido, creando unión y fomentando valores comunes.
  • Mejora la relación empresa-emplead@: ya que fomenta la motivación, tanto extrínseca como intrínseca.

 

Así, es normal que cada vez sean más las empresas que están incorporando en su estrategia corporativa el juego. Pero esto no es todo, hay otros muchos beneficios, si quieres descubrirlos próximamente ponemos en marcha la 👉 4ª edición de nuestro workshop 👈

¡Te esperamos!

 

Ojalá este post te haya gustado.

¡Muchas gracias por tu tiempo!

 

 

“Si quieres emplead@s creativ@s,

dales tiempo suficiente para jugar”.

John Cleese